¿Qué es?

La acidez o reflujo gástrico también conocido como la Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico es una condición que ocurre cuando el ácido del estómago se devuelve por el esófago (el tubo que conecta la boca con el estómago). 

El recubrimiento del estómago tiene una mucosa que evita que la acidez del ácido estomacal lo queme, pero este no es el caso del esófago. 

Imagínate esto: si colocaras una pequeña cantidad de ácido estomacal en tu mano quedarías con un área enrojecida, irritada e inflamada. Esto mismo es lo que le ocurre al esófago cuando el ácido estomacal se devuelve. 

Dicho de esta forma, la Enfermedad de Reflujo Gastroesofágico (conocida por sus siglas en español como ERGE o GERD en inglés) involucra un daño significativo a la pared del esófago, mientras que la acidez es una molestia ocasional y menos severa. Podrías pensar en la acidez como una señal de nuestro cuerpo de que algo está pasando y que si no prestamos atención se puede convertir en ERGE. 

Los síntomas más comunes de ERGE son la acidez, sensación de que se regresa la comida y problemas para tragar.  Otros síntomas pueden ser: 

  • acidez estomacal
  • quemazón en el pecho (esófago y garganta)
  • los alimentos se regresan por el esófago 
  • tos seca o voz ronca
  • eructos “ácidos”
  • mal aliento
  • problemas para dormir
  • sabor ácido en la boca
  • asma

Condiciones más serias que pueden estar asociadas con el reflujo gastroesofágico crónico y la acidez por largo tiempo son el cáncer de esófago y la deficiencia de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para la buena salud. 

¿Por qué ocurre la acidez o GERD?

Uno de los conceptos errados alrededor de esta condición es que la misma se produce debido a un exceso de ácido estomacal. Sin embargo, muchos estudios demuestran que la producción de ácido estomacal disminuye con la edad mientras que la incidencia del reflujo aumenta con la edad. 

Si el reflujo gástrico estuviera causado por altos niveles de ácido estomacal deberíamos esperar que muchos niños y adolescentes presentaran esta condición mientras que las personas de mayor edad no deberían presentarla en lo absoluto.

Si bien la sensación de ardor, acidez y quemazón se debe al ácido que se devuelve por el esófago, el enfoque debe estar en la válvula que separa el estómago del esófago. Cuando hay muy poco ácido estomacal (lo que se conoce también como hipoclorhidria), esta válvula se debilita permitiendo que la comida mezclada con el ácido regrese, los gases e inflamación también aumentan llevando a eructos que pueden contener trazas de ácido. 

Si bien los antiácidos pueden ser de ayuda para algunas personas, el utilizarlos por largos periodos de tiempo puede tener efectos secundarios adversos como: 

  • Un aumento en el riesgo de osteoporosis y fracturas (2)
  • Una digestión deficiente de proteínas
  • Un aumento en el crecimiento de bacterias en el intestino delgado
  • Infecciones con microorganismos patógenos como la Helicobacter pylori
  • Deficiencia de nutrientes como vitamina B12, minerales como magnesio, hierro y zinc

Lo más importante es trabajar con encontrar la raíz del problema. 

Veamos algunas posibles causas: 

  • Estrés crónico (interfiere con la producción de ácido estomacal y la digestión de alimentos)
  • Fumar
  • Comer en exceso
  • Comer muy próximo a la hora de dormir o acostarse justo después de comer
  • Utilizar ropa muy ajustada en el área abdominal
  • Medicamentos como las drogas no esteroideas, aspirina, píldoras anticonceptivas y otras. 
  • Sensibilidades alimentarias o enfermedad celíaca

También hay algunos alimentos que es mejor evitar si tenemos síntomas de acidez y reflujo como por ejemplo: 

  • Comida frita y grasas inflamatorias
  • Frutas cítricas
  • Tomates y salsas hecha a base de estos
  • Chocolate
  • Azúcar Refinada
  • Cafeína
  • Comida Picante y muy condimentada
  • Productos lácteos
  • Menta
  • Bebidas carbonatadas como las sodas
  • El gluten (estudios demuestran mejoría en personas con ERGE y acidez al llevar una dieta libre de gluten)

Los síntomas de la acidez y el reflujo pueden ser muy molestos pero si nos enfocamos en encontrar la causa raíz de la condición y empezamos a trabajar en ella, en la mayoría de los casos podemos ver mejoras considerables.