El caldo de huesos era un alimento muy utilizado en la cocina tradicional, hasta que llegaron los famosos cubitos de cierta marca, los cuales estaban hechos de aditivos, conservantes, mucho sabor y muy prácticos pero cero nutrientes.

Hoy en día, muchas formas de alimentación, recomiendan el caldo de huesos por su habilidad para reparar las paredes del intestino y mantenerlas fuertes, además de otros múltiples beneficios para la salud.

El poder de un BUEN Caldo

Hay un dicho popular que dice “Un buen caldo, resucita a los muertos”, seguro es algo exagerado, pero lo cierto es que en el año 2000, científicos de la Universidad de Nebraska decidieron poner a prueba el caldo de huesos y descubrieron que algunos de sus componentes podían actuar como antiinflamatorios y por ende reducir los síntomas de enfermedad.

Comer del hocico al rabo

Una de las bases de utilizar la comida como medicina, es consumir aquellos alimentos que aportan una gran cantidad de nutrientes a nuestro organismo para mantener un estado de salud óptimo.

Una forma de lograr esto es el consumo de las diferentes partes de un animal, aquellas partes que incluyen la piel, los cartílagos, los tendones y otros cortes ricos en gelatina. A esto se le llama comer del hocico al rabo.

De esta forma se garantiza que estamos recibiendo los diferentes tipos de aminoácidos que necesitamos para construir y mantener la estructura de nuestro cuerpo.

Antes, comer todas las partes de un animal era muy natural, pero en la sociedad actual preferimos solo los cortes magros que carecen de muchos nutrientes que aportan otras partes del animal como el hígado y el corazón.

Un NUTRITIVO caldo de huesos

Los huesos contienen una cantidad abundante de minerales y aminoácidos, muchos de los cuales luego pasan al caldo en forma de colágeno y gelatina. Si bien, la cantidad exacta va a variar por los huesos utilizados, la cantidad de tiempo de la cocción y el método de preparación, hay algunos nutrientes que generalmente vamos a encontrar en un BUEN caldo de huesos:

  • Colágeno: nuestro cuerpo posee 28 tipos diferentes de colágeno. Es el principal componente de tejidos conectivos como los cartílagos, los ligamentos, los tendones, los huesos y la piel.
  • Gelatina: se forma al cocinar el colágeno. Es lo que le da la consistencia gelatinosa al caldo cuando lo enfriamos.
  • Glutamina: un aminoácido que es abundante en nuestra sangre. Las células de la pared del intestino y del sistema inmune consumen este tipo de aminoácidos para obtener energía.
  • Tuétano: dentro de la cavidad de los huesos encontramos el tuétano, el cual es rico en colágeno. La parte roja del tuétano es donde se crean nuevas células del sistema inmune y la parte blanca consiste de grasa saludable.
  • Minerales: los huesos contienen una variedad de minerales como calcio, magnesio, cobre, hierro, manganeso, fósforo, potasio, sodio y zinc. Se necesita un medio ácido para poder extraer estos minerales de los huesos. Por esta razón recomiendo agregar un poco de vinagre de manzana a los huesos.

Estos son algunos de los componentes, la lista es larga, sin embargo hasta aquí ya podemos tener buen entendimiento de los componentes del caldo de huesos y ahora será mucho más fácil entender sus beneficios.

El Caldo de Huesos apoya la Salud de TODO nuestro organismo

  1. Salud de la piel: La piel está formada de dos capas, la epidermis (la parte visible) y la dermis (la que está justo debajo). La dermis está formada por una compleja matriz de colágeno y otros componentes como el ácido hialurónico que ofrecen soporte estructural y nutritivo, mejorando la elasticidad y humectando la piel.
  2. Repara un intestino permeable: daños en la pared del intestino pueden causar lo que se conoce como un intestino permeable, el cual permite el paso de microorganismos y proteínas de los alimentos al torrente sanguíneo creando una reacción inflamatoria del sistema inmune. El colágeno promueve la recuperación de los tejidos y ayuda a sanar heridas, apoyando la recuperación de la pared intestinal, mientras que la glutamina ayuda a mantener la integridad de la mucosa intestinal.
  3. Salud de huesos y coyunturas: su contenido de calcio, fósforo y aminoácidos apoyan la salud de los huesos. Consumir vitamins D, K2 y C es fundamental para el proceso de formar huesos y mantenerlos.
  4. Apoya la digestión: uno de los componentes del caldo, el aminoácido glicina estimula la producción de ácido gástrico, el cual es fundamental para la digestión de los alimentos. Contrario a lo que se creyó por muchos años, un bajo nivel de ácido gástrico es el responsable de condiciones como el reflujo y la acidez.
  5. También podemos mencionar otros beneficios como: salud de los ojos, apoya los procesos de desintoxicación naturales del organismo, ayuda con el humor  y el sueño, mejora la función inmune, ayuda en la reparación de músculos y apoya la salud cardiovascular.

6 Tips para Hacer un Buen Caldo de Huesos

  1. Utiliza cortes que tengan huesos. Si es de pollo: pescuezo y patitas, si es de carne: ossobuco, patas, rabo, costilla, hueso rojo, si es de pescado: las cabezas son las mejor opción!
  2. Trata de que los huesos sean de animales de pastoreo o salvajes de esta forma disminuimos la exposición a tóxicos e incrementamos el contenido de nutrientes.
  3. Agrega 2 cucharadas de vinagre a los huesos y déjalos reposar unos 30 minutos para extraer los minerales.
  4. Cocina por lo menos 6 horas y hasta 24 horas. En lo personal he descubierto que unas 12 horas para el caldo de pollo y res hace un caldo bien gelatinoso. En el caso del pescado unas 4 horas es suficiente.
  5. Agrega vegetales nutritivos como perejil, apio, cebolla, zanahoria.
  6. Cuando tengamos listo nuestro caldo es importante dejar enfriar y guardar en la nevera bien sellado. También se puede congelar en porciones y calentar solo lo que necesitamos.

3 Errores Comunes al Hacer el Caldo de Huesos
Estos son algunos errores que pueden evitar que nuestro caldo sea una bomba de nutrientes e interferir en su efecto terapéutico.

  1. Agregar verduras: algunas veces agregamos tubérculos como otoe, ñame, yuca, lo cual es delicioso y perfecto para una sopa, pero no para el caldo, el caldo solo debe tener los huesos del animal y vegetales altos en nutrientes.
  2. No cocinar suficiente tiempo: para poder extraer todos los nutrientes de los huesos debemos cocinarlos por lo menos unas 12 a 24 horas. Si es de pescado, con 4 otras es suficiente.
  3. No agregar vinagre a los huesos antes de empezar la cocción: en todos los libros y referencias que he leído, se recomienda usar un medio ácido para extraer los minerales de los huesos y realmente potenciar los nutrientes del caldo.

Puedes ver la receta del caldo de res o del caldo de pescado para tomar ideas y ver el paso a paso para hacerlo en casa.