1. Poner agua a calentar en una olla (suficiente como para cubrir los plátanos). Por mientras pelamos los plátanos y cortamos en ruedas. Cuando el agua está hirviendo agregamos los plátanos y tapamos la olla. Dejamos cocinar hasta que al insertar un tenedor en los plátanos, estos se sientan suaves.
2. Retirar los plátanos de la olla y reservar el agua. Agregar la sal y con un tenedor empezar a majarlos. Agregar el ghee o mantequilla y seguir majando. En este momento se puede agregar leche de coco o utilizar el agua donde se cocinaron los plátanos. A mí me gusta combinar ambos, un poco de agua y un poco de leche. Ir agregando poco a poco hasta lograr una consistencia cremosa.
3. Comprobar la sazón y agregar más sal si es necesario. Este puré es mejor consumirlo recién hecho. Si te sobra puedes volverlo a calentar en baño maría y agregar un poco más de agua o leche si es necesario.
El plátano verde es un indispensable en mi cocina, mucho antes de que nuestra alimentación fuera libre de gluten o de siquiera saber que era un alimento prebiótico.
Era una de las comidas que mi abuela me preparaba para después de la escuela. Siempre lo recuerdo cremoso y acompañado de salchicha.
Hoy te quiero compartir como aprendí a hacerlo en casa y si te gusta el plátano verde, también te puede interesar esta receta de:
El plátano verde es un alimento prebiótico
Ingredientes
Instrucciones
1. Poner agua a calentar en una olla (suficiente como para cubrir los plátanos). Por mientras pelamos los plátanos y cortamos en ruedas. Cuando el agua está hirviendo agregamos los plátanos y tapamos la olla. Dejamos cocinar hasta que al insertar un tenedor en los plátanos, estos se sientan suaves.
2. Retirar los plátanos de la olla y reservar el agua. Agregar la sal y con un tenedor empezar a majarlos. Agregar el ghee o mantequilla y seguir majando. En este momento se puede agregar leche de coco o utilizar el agua donde se cocinaron los plátanos. A mí me gusta combinar ambos, un poco de agua y un poco de leche. Ir agregando poco a poco hasta lograr una consistencia cremosa.
3. Comprobar la sazón y agregar más sal si es necesario. Este puré es mejor consumirlo recién hecho. Si te sobra puedes volverlo a calentar en baño maría y agregar un poco más de agua o leche si es necesario.
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